Descubren un mecanismo del ADN que revolucionaría los tratamientos contra el cáncer
Científicos descubrieron un mecanismo del ADN que podría mejorar tratamientos contra el cáncer y enfermedades raras.
Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) descubrió cómo las cohesinas, unas proteínas esenciales para el ADN, regulan la formación de lazos genéticos.
Este avance podría llevar a nuevos tratamientos contra el cáncer y enfermedades raras.
¿Por qué son importantes las cohesinas?
Las cohesinas cumplen un rol clave en la transcripción y replicación del ADN. Su mal funcionamiento está vinculado a distintos tipos de cáncer y a patologías genéticas como el síndrome de Cornelia de Lange. Esta enfermedad rara afecta el crecimiento, causa dismorfia facial y puede generar otros problemas de desarrollo.
Se sabe que las cohesinas forman lazos de ADN, pero hasta ahora no se entendía bien cómo se controlan ni qué evita que colapsen.
El mecanismo de trinquete: la clave para entender el ADN
Investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) identificaron un mecanismo de trinquete que regula la extensión de los lazos de ADN. Las proteínas STAG2 y RAD21 permiten que estos lazos se alarguen sin retroceder.
"Este sistema funciona como una brida plástica: deja avanzar, pero no permite retroceder", explican los científicos David Ros-Pardo, Íñigo Marcos-Alcalde y Paulino Gómez-Puertas. El hallazgo resuelve un interrogante que llevaba años sin respuesta.
¿Cómo se descubrió?
Para comprobarlo, el equipo usó simulación computacional de modelado molecular. Con esta técnica analizaron el comportamiento de las proteínas y recrearon sus movimientos en sistemas complejos.
Las simulaciones se hicieron en supercomputadoras del Centro de Cálculo Científico de la Universidad Autónoma de Madrid, parte de la Red Española de Supercomputación.
Un avance con impacto en nuevos tratamientos
Este descubrimiento podría servir para desarrollar fármacos que regulen la división celular en distintos tipos de cáncer. También podría aplicarse a enfermedades raras como el síndrome de Cornelia de Lange.
Lo que sigue en la investigación
El próximo paso será diseñar medicamentos que interactúen con STAG2 y RAD21. Así, se podrá evaluar su efectividad en el tratamiento del cáncer y otras patologías.
Este estudio, publicado en la revista International Journal of Biological Macromolecules, marca un avance en la investigación y abre la puerta a terapias más efectivas.
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