
Por las fugas de presos, Jorge Macri echó a Waldo Wolff del Ministerio de Seguridad
No obstante, Macri va a definir el rol de Wolff en la campaña electoral, donde su nombre suena como posible candidato.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, tomó la decisión de echar a Waldo Wolff del Ministerio de Seguridad porteño y designar en su lugar a Horacio Giménez, ex titular de la Policía Metropolitana.
Este cambio se produce en plena campaña electoral y tras la desastrosa y polémica gestión de Wolff, marcada por la gran cantidad de fugas de presos ocurridas desde la asunción de Macri.
Según reveló Infobae, el mandatario porteño tiene previsto reunirse con Wolff esta tarde para ultimar los detalles de su salida y definir su rol en la campaña, donde su nombre suena como posible candidato.
Además de este movimiento, este medio confirmó que Macri también resolvió nombrar a Hernán Lombardi como ministro de Desarrollo Económico, un puesto que había quedado vacante tras la destitución de Roberto García Moritán.

Si bien fuentes del Gobierno de la Ciudad no han confirmado ni desmentido estos nombramientos, ambos cuentan con el respaldo de Mauricio Macri. Tanto Giménez como Lombardi formaron parte del equipo del líder del PRO durante su gestión como jefe de Gobierno y han mantenido su vínculo con el expresidente a lo largo del tiempo.
En cuanto a Giménez, se trata de un exjefe de la Policía Metropolitana, quien provino de la Policía Federal en el marco del traspaso de competencias de la Nación a la Ciudad para la conformación de la fuerza porteña, cuando Mauricio Macri era jefe de Gobierno.
Estuvo al frente de la Policía Metropolitana en un período marcado por la represión en el Hospital Borda en 2013, un episodio que derivó en un juicio oral en el que fue imputado junto a otros funcionarios. Finalmente, en 2016 fue absuelto.
Giménez asumió como jefe de la Policía Metropolitana en el contexto de la creación de dicha fuerza en 2008, como parte de una política de descentralización de la seguridad en la Ciudad de Buenos Aires. Durante su gestión, el ministro de Seguridad era Guillermo Montenegro, actual intendente de Mar del Plata, quien ocupó ese cargo entre 2007 y 2015.
Waldo Wolff se incorporó al Gabinete porteño en el último año del mandato de Horacio Rodríguez Larreta, asumiendo una función comunicacional para defender la gestión del Gobierno de la Ciudad.
Desde su ingreso a la política, Wolff siempre militó en el PRO y cultivó una relación cercana con Jorge Macri, que incluso podría describirse como una amistad. A pesar de la tensión pública generada por las fugas de presos y el aumento de la inseguridad, el jefe de Gobierno porteño brindó su apoyo a Wolff y, por ahora, su vínculo sigue siendo cordial.

Las elecciones legislativas
En este contexto, Jorge Macri se encuentra enfocado en la campaña electoral en la Ciudad de Buenos Aires, donde el PRO enfrenta el reto de frenar el avance de La Libertad Avanza, que busca arrebatar el liderazgo del macrismo en la capital.
El jefe de Gobierno porteño tomó la decisión de que la votación en la Ciudad se realice el 18 de mayo, lo que también adelanta el cierre de listas de candidaturas para el 29 de marzo, es decir, en solo 26 días.
Con la asesoría de Antoni Gutiérrez Rubí, el consultor catalán que previamente trabajó con Sergio Massa y otros dirigentes kirchneristas, Macri ya está planificando la estrategia electoral para la Ciudad. Waldo Wolff suena como uno de los posibles candidatos a legislador o diputado por el distrito porteño.
De todas formas, en la sede de Uspallata se sugiere que Wolff asumirá un papel activo en la campaña, desempeñándose como vocero para defender la gestión del PRO y entablar un debate con los libertarios y el peronismo porteño.
El PRO se enfrenta a una elección desafiante, ya que el 18 de mayo se pondrán en juego la mitad de las 60 bancas en la Legislatura.
Jorge Macri necesita conformar un bloque mayoritario que garantice la gobernabilidad y busca ganar la elección para mostrar fortaleza política frente al empuje de La Libertad Avanza.
En estos días, su equipo político acelera las negociaciones con el larretismo y con aliados históricos del oficialismo porteño, como la UCR y la Coalición Cívica, para evitar una fragmentación del electorado que perjudique al PRO.
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