Dos personas dándose la mano frente a las banderas de Bolivia y China.
POLÍTICA

Inversiones sin trasparencia: Sosa Lunda se reunió con un representante de China

La falta de transparencia en los acuerdos con China genera críticas y alimenta sospechas de corrupción.

En las últimas décadas, Bolivia ha fortalecido significativamente sus lazos con la República Popular China, especialmente bajo la administración del Movimiento al Socialismo (MAS).

Este acercamiento ha resultado en una dependencia económica y política que suscita preocupaciones sobre la soberanía y el futuro económico del país. Recientemente, el 18 de febrero de 2025, el Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, se reunió con su homóloga boliviana, Celinda Sosa Lunda, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Durante este encuentro, se destacó la intención de China de profundizar la cooperación estratégica con Bolivia, coincidiendo con el 40º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países y el bicentenario de la independencia boliviana.

Personas en una ceremonia de firma de documentos con las banderas de Bolivia y China de fondo.
Ministros de relaciones exteriores de Bolivia y China | Google Imagenes

Wang Yi enfatizó el apoyo de China a las empresas chinas para invertir en Bolivia, con el objetivo de acelerar el desarrollo y mejorar las condiciones de vida en el país.

Proyectos Financiados por China: ¿Beneficio o Dependencia?

Uno de los proyectos emblemáticos de esta relación es la planta siderúrgica del Mutún, inaugurada en febrero de 2025. Con una inversión de $546 millones financiados principalmente por el Banco de Exportación e Importación de China,  la planta tiene como objetivo producir 200.000 toneladas métricas de acero anualmente, cubriendo la mitad de la demanda interna de Bolivia.

Sin embargo, la operación inicial de la planta está a cargo de la empresa china Sinosteel Engineering and Technology, lo que plantea interrogantes sobre la transferencia real de tecnología y conocimientos al personal boliviano. Además, Según datos oficiales del Banco Central de Bolivia (BCB), al 31 de octubre de 2023,  la deuda bilateral de Bolivia con China ascendía a $us 1.414 millones.

Sin embargo, la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre Estados Unidos y China reportó una cifra mayor,  estimando la deuda en $us 4.100 millones. Esta discrepancia podría deberse a diferencias en la metodología de cálculo o en la inclusión de deudas con entidades privadas chinas. Esta cifra, sumada a las inversiones chinas en sectores clave como minería, energía y transporte, refuerza la posición de China como principal acreedor bilateral de Bolivia.

Mientras tanto, la inversión extranjera directa de Estados Unidos en Bolivia es comparativamente mínima, lo que evidencia un desplazamiento de influencias tradicionales en la región.

Críticas al Modelo Económico del MAS

El modelo económico promovido por el MAS ha priorizado acuerdos con China que, si bien aportan financiamiento y proyectos de infraestructura, también incrementan la dependencia económica y política del país asiático. La falta de transparencia en la adjudicación de contratos y la ausencia de licitaciones públicas en muchos de estos proyectos generan sospechas de corrupción y manejos irregulares.

Además, la limitada participación de empresas y mano de obra bolivianas en estos proyectos reduce los beneficios económicos locales y perpetúa una relación asimétrica. Es crucial que Bolivia reevalúe su estrategia de desarrollo económico, fomentando la diversificación de sus socios comerciales y promoviendo políticas que fortalezcan el sector privado nacional.

La dependencia excesiva de un solo país, especialmente bajo condiciones que pueden comprometer la soberanía económica y política, representa un riesgo significativo para el futuro del país.

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