Un hombre mayor con chaqueta marrón levanta el puño junto a un logotipo circular amarillo y rojo con las letras ADEOM PIT-CNT.
OPINIÓN

El curro del empleo público en Uruguay: Del Partido Colorado al Frente Amplio

Los acomdos no cesan.

En Uruguay, el empleo público ha sido más una herramienta política que un servicio a la ciudadanía. Durante décadas, el Partido Colorado utilizó el aparato estatal como una maquinaria clientelista, contratando a discreción, repartiendo cargos y asegurando lealtades a cambio de votos. Sin embargo, lo que alguna vez fue una práctica del Partido Colorado, el Frente Amplio la ha perfeccionado y llevado a un nuevo nivel.

Actualmente, Uruguay cuenta con casi 300,000 empleados públicos en un país de solo 3.5 millones de habitantes. Esto significa que aproximadamente el 10% de la población trabaja para el Estado. Para comprender la magnitud de esta cifra, es útil comparar con Estados Unidos, que con 300 millones de habitantes tiene 2.4 millones de empleados públicos, es decir, menos del 1%.

El Frente Amplio ha encontrado en el empleo público un aliado clave para ganar elecciones. Entre 2005 y 2019, mientras se hablaba de justicia social, se incorporaron cerca de 70,000 nuevos funcionarios públicos. Estos 70,000 nuevos sueldos, financiados por todos los ciudadanos, correspondieron en su mayoría a cargos sin una necesidad real, pero con un objetivo claro: crear una base de votantes leales.

Gráfico de barras que muestra el empleo público del gobierno como porcentaje de la fuerza laboral en varios países de América Latina, comparando los periodos 2002-05 y 2011-13, destacando a Uruguay con el mayor porcentaje en ambos periodos.
Evolución de empleos públicos | Redacción

Esta estrategia explica cómo el Frente Amplio ha ganado elecciones con márgenes relativamente estrechos. No se trata de magia, sino de clientelismo. El costo de este modelo es:

- Impuestos cada vez más altos.

- 60% de cada peso generado queda en manos del Estado.

- Servicios deficientes, ineficiencia y una burocracia interminable.

Mientras tanto, los trabajadores del sector privado y los emprendedores, quienes sostienen toda esta estructura, se ven asfixiados por impuestos y trámites burocráticos. El resultado es una economía estancada, pocas inversiones y una sensación generalizada de que el esfuerzo de la población se destina a mantener una estructura política parasitaria.

Tres hombres de pie en un evento con fondo de logotipos.
Mujica, Sanguinetti y Lacalle | Redacción

Este modelo no es nuevo; ya lo vimos en el pasado con los Colorados, pero el Frente Amplio lo ha llevado a niveles insólitos e insostenibles. Y mientras tanto, el país sigue estancado.

¿Hasta cuándo seguiremos manteniendo este sistema? Prepárense para los próximos 5 años.

➡️ Opinión

Más noticias: