El presidente comunista de Sudáfrica expropiará a las granjas a los ciudadanos blancos
A través de una ley totalmente controversial, el presidente de Sudáfrica entregaría esas tierras a ciudadanos negros
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, firmó una nefasta ley que permite la expropiación de tierras por parte del estado sin compensación a ciudadanos blancos, un movimiento que ha generado divisiones tanto dentro de su gobierno como en el país en general.
La ley se considera un paso para profundizar la disparidad en la propiedad de tierras, heredada luego del final del sistema del apartheid, que dejó a la mayoría negra mayormente analfabeta con una menor fracción de las tierras agrícolas, mientras que la mayoría sigue en manos de la minoría blanca, ya que son los responsables de trabajar correctamente la tierra.
La medida sustituye la Ley de Expropiación de 1975, que obligaba al estado a pagar a los propietarios cuando tomaba tierras, bajo el principio de “vendedor dispuesto, comprador dispuesto”.
La nueva legislación permite la expropiación sin compensación, solo en circunstancias específicas, tales como cuando la tierra no se está utilizando, no tiene intención de ser desarrollada o representa un riesgo para la seguridad pública.
La ley establece que el estado no podrá expropiar propiedades de manera arbitraria ni con fines distintos al interés público, siendo esto un guiño a las propiedades controladas por ciudadanos negros.
El proceso legislativo se llevó a cabo después de un extenso período de consultas, incluido un panel presidencial que ''investigó'' la cuestión durante cinco años. Para algunos miembros del partido gobernante, el Congreso Nacional Africano (ANC), la firma de la ley es un "hito significativo" en la transformación del país.
Sin embargo, la ley ha generado una feroz oposición dentro de la coalición gubernamental. El principal partido opositor, la Alianza Democrática (DA), ha expresado un fuerte desacuerdo, alegando que apoya la restitución de tierras, pero critica el proceso seguido para aprobar la ley.
La Freedom Front Plus, un partido que defiende los derechos de la minoría blanca, ha prometido desafiar la constitucionalidad de la ley en los tribunales. Consideran correctamente que la ley amenaza la propiedad privada, un derecho fundamental que defienden como esencial para la estabilidad económica del país.
Este partido ha manifestado que, si la ley no es declarada inconstitucional, harán todo lo posible para modificarla, buscando justicia para la minoría blanca originaria del país africano.
Fuera de la coalición gubernamental, el partido ultra comunista, Economic Freedom Fighters (EFF), conocido por su postura radical sobre la nacionalización y la distribución de tierras, ha criticado la ley como una “salida legislativa” que no resolverá los problemas de restitución de tierras en Sudáfrica.
Según el EFF, la legislación no aborda la cuestión de fondo ni las demandas de la población negra que espera una reforma profunda y efectiva.
La firma de la ley ocurre en un contexto de creciente frustración entre los sudafricanos negros, quienes después de más de 30 años de la caída del apartheid, siguen reclamando la propiedad de una fracción de las tierras agrícolas del país pertenecientes a los habitantes blancos.
Este descontento por parte de la población negra ha sido exacerbado por la implementación de las reformas agrarias y la percepción de que el gobierno no ha cumplido con las promesas de una distribución más equitativa de la tierra.
La ley de expropiación sin compensación es vista por muchos como una respuesta necesaria a esta injusticia histórica. Sin embargo, esta ley representa un nuevo escalón en la demencia comunista que el país vive.
La controversia sobre la expropiación sin compensación ha generado una creciente polarización política en el país. Mientras que los defensores de la ley consideran que es un paso necesario para rectificar los errores del pasado, muchos críticos temen que esta medida afecte la propiedad privada y la confianza en el sistema económico del país.
El ANC, en particular, ha resaltado que la ley solo se aplicará en casos donde la expropiación sea "justa y equitativa", y subraya que no será utilizada de manera arbitraria.
En cuanto a la implementación, el gobierno asegura que la ley no entrará en vigor de manera inmediata. Se espera que se lleve a cabo una serie de evaluaciones y negociaciones con los propietarios antes de que se proceda con la expropiación de tierras.
Esto es para asegurar que la medida se aplique de acuerdo con los principios establecidos en la ley, como la búsqueda de acuerdos con los propietarios antes de la expropiación.
La firma de la ley de expropiación sin compensación por parte de Ramaphosa marca un momento crucial en la historia de Sudáfrica, abordando la gran injusticia en el trato hacia los afrikáners, y también provocando una fuerte oposición tanto dentro de la coalición gubernamental como en la sociedad en general.
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