Panamá facilitará el pase gratis a los barcos de la marina estadounidense en el canal
Tras la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, el presidente de Panamá reconsideró su postura frente a China
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció el domingo que su país pondrá fin a un acuerdo clave con China relacionado con la iniciativa global Belt and Road, luego de una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y tras los reclamos del presidente Donald Trumpsobre la influencia de Pekín en el Canal de Panamá.
Mulino subrayó que Panamá mantendrá su soberanía sobre el canal de 51 millas que conecta el Océano Pacífico con el Mar Caribe, pero aclaró que no renovará un memorando de entendimiento firmado en 2017 que había permitido a Panamá unirse a la iniciativa china.
La medida es un intento de Panamá de distanciarse de la creciente presencia de China en América Latina y, en su lugar, fortalecer la relación con Estados Unidos. Mulino expresó que la visita de Rubio abre la puerta para construir nuevas relaciones y fomentar más inversiones de Estados Unidos en Panamá.
Tras la reunión, Mulino destacó que la prioridad será aumentar la colaboración con Estados Unidos, buscando nuevas oportunidades de desarrollo para el país.
Marco Rubio, quien antes de ser nombrado secretario de Estado representaba a Florida en el Senado, afirmó que Estados Unidos no permitirá que el Partido Comunista Chino continúe ganando control sobre el área del Canal de Panamá.
En un mensaje en X, Rubio expresó su gratitud por las actividades de la embajada estadounidense en Panamá y reiteró el compromiso de promover una política exterior bajo la visión de "América Primero" del presidente Trump.
Trump ha manifestado repetidamente sus preocupaciones sobre la influencia de China en la región y la gestión del Canal de Panamá, un estratégico punto de tránsito internacional.
El canal fue construido por Estados Unidos y finalizado en 1914, pero fue transferido a Panamá durante la nefasta administración Carter en 1999. Desde entonces, la gestión del canal ha sido un tema clave en las relaciones bilaterales, especialmente por su importancia económica y geopolítica.
Trump ha expresado su deseo de recuperar el control del Canal de Panamá, considerando que la presencia de China en la zona es una amenaza para la seguridad y los intereses económicos de Estados Unidos y de todo América.
En respuesta a estas preocupaciones, un grupo de republicanos en la Cámara de Representantes introdujo el "Panama Canal Repurchase Act", un proyecto de ley que busca autorizar al presidente estadounidense a negociar con Panamá la recompra del canal.
El representante Dusty Johnson, de Dakota del Sur, quien lidera la iniciativa, argumentó que la influencia china en la región es motivo de alarma y que la compra del canal sería un paso importante para fortalecer la posición de Estados Unidos a nivel global.
Según la estimación del Departamento de Estado de los Estados Unidos, alrededor del 72% de los buques que transitan por el Canal de Panamátienen como destino o punto de origen puertos estadounidenses.
Además de su relevancia económica, el canal es crucial para la seguridad nacional de Estados Unidos, ya que es utilizado por la Guardia Costera y el Departamento de Defensa para sus operaciones.
Sin el acceso al canal, los buques de los Estados Unidos tendrían que dar una vuelta de 8.000 millas alrededor de América del Sur, lo que aumentaría significativamente los costos y tiempos de transporte.
En términos económicos, el canal genera miles de millones de dólares en peajes anuales, lo que representa una fuente significativa de ingresos que podría beneficiar a la economía estadounidense.
Aunque la cuestión del canal fue un tema central en las conversaciones entre Mulino y Rubio, también se discutieron otros asuntos de interés para ambos países, como los esfuerzos para abordar la crisis migratoria en el hemisferio occidental y la competencia justa para las empresas estadounidenses en América Latina.
Estos temas son parte de una agenda más amplia para fortalecer las relaciones entre Estados Unidos y Panamá, particularmente en áreas de seguridad, comercio e inversión.
El distanciamiento de Panamá de la iniciativa Belt and Road de China y su acercamiento a Estados Unidos refleja un cambio significativo en la política exterior del país, que busca equilibrar su desarrollo económico con una relación más estrecha con la superpotencia americana.
Sin embargo, la relación con China sigue siendo compleja, y la influencia de Pekín en la región no desaparecerá de inmediato. La postura de Panamá, respaldada por Estados Unidos, marcará el tono de futuras interacciones y acuerdos en la región.
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