La Derecha Diario Una empresa noruega quiso boicotear a Estados Unidos y el gobierno la desmintió
Luego de que la compañía noruega Haltbakk Bunkers anunciara que no suministraría más combustible a la marina estadounidense, Noruega dio una contundente respuesta
El pasado sábado primero de marzo, la compañía noruega Haltbakk Bunkersanunció que dejaría de suministrar petróleo a las embarcaciones de la Armada de los Estados Unidos.
El boicot fue anunciado luego de la visita de Zelesnki a la Casa Blanca, en la cual el presidente Trump se mostró firme frente a las constantes faltas de respeto del ucraniano.
La compañía noruega declaró que la medida tomada por ellos se extendería a la totalidad de los puertos del país, como respuesta de insatisfacción frente a las actitudes estadounidenses.
Sin embargo, Noruega ha asegurado que continuará suministrando combustible a los barcos de la Armada de los Estados Unidos, a pesar de que la empresa privada de suministro de combustible, amenazó con boicotear a la Marina de estadounidense en respuesta a las tensiones en las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania.
En una declaración emitida el domingo, el ministro de Defensa noruego, Tore Sandvik, aclaró que el gobierno noruego no tiene planes de alterar su política de apoyo a las fuerzas armadas estadounidenses. "Hemos visto informes que plantean preocupaciones sobre el apoyo a los barcos de la Armada de los Estados Unidos en Noruega.
''Esto no está en línea con la política del gobierno noruego", afirmó Sandvik. "Las fuerzas estadounidenses seguirán recibiendo el suministro y apoyo que requieren de Noruega", agregó, tranquilizando así a quienes temían una interrupción en el suministro de combustible.
La controversia comenzó cuando Haltbakk Bunkers, publicó en redes sociales un mensaje que expresaba su indignación por cómo Zelenski había sido tratado durante su visita a la Casa Blanca.
La empresa calificó el encuentro como un "espectáculo de apuñalamiento por la espalda" y anunció que dejaría de suministrar combustible a la Marina de los Estados Unidos.
"Un gran crédito al presidente de Ucrania por mantenerse calmado, aunque Estados Unidos ofreció un espectáculo humillante. Nos hizo sentir nauseabundos... ¡No más combustible para los estadounidenses!", decía el mensaje, que posteriormente fue eliminado.
El CEO de la empresa, Gunnar Gran, confirmó a un periódico noruego que la compañía había decidido no suministrar más combustible a la Armada estadounidense, sin embargo, indicó que esta medida tendría un impacto "simbólico" dado que la empresa no tiene un contrato fijo con el gobierno norteamericano.
Por lo tanto, su decisión no afectaría significativamente las operaciones de la Marina estadounidense.
La situación también ha puesto en evidencia la influencia de las empresas privadas en las decisiones de política exterior, ya que la amenaza de Haltbakk Bunkers, aunque simbólica, refleja las tensiones existentes sobre la postura de Noruega en cuanto a su apoyo a los intereses de Estados Unidos en la región.
Sin embargo, el gobierno noruego dejó claro que su apoyo a la Armada de Estados Unidos no se verá afectado por la postura de una empresa privada.
Este episodio remarca el impacto que pueden tener las relaciones personales y diplomáticas entre los líderes mundiales en las políticas de los países, además de mostrar cómo los eventos internacionales pueden influir en las decisiones de actores privados.
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