El PIB per cápita de Argentina puede crecer 50% en 10 años si se mantiene el déficit 0
Argentina tiene la oportunidad histórica de darle fin a la "tragedia" que marcó su historia económica reciente.
Un paper titulado "Argentina at a Crossroads", escrito por Tobías Martínez González y Juan Pablo Nicolini y publicado en la Quarterly Review del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis, examina la evolución económica de Argentina desde mediados de los años 70 hasta la actualidad.
El análisis identifica los déficits fiscales crónicos como la principal causa de las recurrentes crisis macroeconómicas del país y propone una estrategia para romper con este ciclo de estancamiento.
El estudio sostiene que Argentina quedó atrapada en un patrón de crisis recurrentes desde mediados de los años 70, que se manifestó en episodios de hiperinflación, devaluaciones drásticas y defaults soberanos. Según los autores, todas estas crisis tienen un origen común: la incapacidad de controlar los déficits fiscales.
Evidencia histórica: A lo largo del período analizado, los déficits fiscales superaron regularmente el umbral del 3% del PIB, una cifra que en Europa se utiliza como referencia para la estabilidad presupuestaria. Esto llevó a la emisión descontrolada de dinero, al agotamiento de las reservas internacionales y al colapso de los sistemas bancarios.
El artículo destaca dos períodos en los que Argentina logró cierto control fiscal: de 1991 a 1998 y de 2003 a 2010. En ambos casos, los déficits se redujeron considerablemente, lo que resultó en un crecimiento sostenido del PIB per cápita y una inflación controlada.
Período 1991-1998: Este período estuvo marcado por reformas estructurales como la liberalización del comercio y la privatización (Argentina fue uno de los principales seguidores del Consenso de Washington), lo que generó un crecimiento económico promedio del 4,6% anual.
Período 2003-2010: A pesar de implementar políticas opuestas (subsidios y control de precios), también se alcanzó un crecimiento/recuperación promedio del 5,4%, lo que demuestra que la disciplina fiscal es el factor común que determina el éxito económico.
Sin embargo, con la llegada de Javier Milei a la presidencia a fines de 2023, el Gobierno adoptó un enfoque fiscal extremadamente austero, logrando, por primera vez en más de diez años, un superávit presupuestario en 2024.
El presidente Milei es conocido por ser un firme defensor del ajuste fiscal. Según Gabriel Rubinstein, ex número dos de Sergio Massa, "Milei es el primer presidente que ajusta con ganas y alegría. Eso alinea a su tropa y da un mensaje potente".
El presidente argentino está dispuesto a vetar los proyectos pro-gasto público de lo que él denomina "los degenerados fiscales", refiriéndose así a los legisladores que aprueban iniciativas que incrementan el gasto público.
Los autores del paper consideran este logro como un punto de inflexión crucial, aunque advierten sobre el desafío de mantener esta disciplina fiscal a largo plazo.
Proyección optimista: Utilizando el modelo de crecimiento de Lucas (2009), el artículo sugiere que si Argentina mantiene superávits fiscales y continúa con una política de apertura comercial, el PIB per cápita podría crecer un 50% en la próxima década.
El artículo concluye que Argentina enfrenta una encrucijada histórica: repetir el ciclo de déficits y crisis o aprovechar la oportunidad presente para consolidar una estabilidad fiscal a largo plazo. Los autores argumentan que los beneficios de mantener la política de "déficit cero" podrían transformar la economía del país y darle fin a la "tragedia" que marcó su historia reciente.
Con un enfoque basado en datos y modelos, el análisis no solo ofrece una reflexión sobre las raíces de los problemas económicos de Argentina, sino también una hoja de ruta hacia un futuro más prometedor.
"La primera temporada termina con esperanza: 2024 parece estar llegando a su fin con el primer superávit fiscal en más de 15 años. El último episodio terminó con una escena en la que la heroína, levantándose de su silla frente al grupo, dice: 'Hola, me llamo Argentina y llevo un año sobria'", afirman los autores.
"Ya está listo un guión para la próxima temporada: la heroína recae en su adicción, por lo que el villano resurge de las cenizas y Argentina repite los ciclos de crisis macroeconómicas recurrentes y estancamiento", agregan.
Sin embargo, existe un guion alternativo: "el villano es derrotado una tercera vez, esta vez, de manera permanente, por lo que prevalecen los superávits presupuestarios y la economía aumenta 50% en solo una década".
"Los beneficios de mantener al villano a raya parecen demasiado grandes como para dejarlo ir. Con suerte, la tercera es la vencida", concluyen.
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